jueves, 31 de marzo de 2011

Despertares

Dibujo en tu rostro una ciudad querida con el propósito de caminar. Que seas tú mi refugio ambulante, mi espacio etéreo. ¿Desde cuándo eres el exterior? Camino para reunirme contigo para esperarte. Camino por caminar pero con la sustancia tuya en mí. La ciudad de la que recuerdo sus calles como si de aromática intimidad se tratara, proyecta la imagen que de ti tengo y te salgo a buscar. Trazo el perfil de las sombras del día, recojo racimos de jacaranda, semillas, piso latas comprimidas, hurgo en las bolsas huecas de mercancía y a palma abierta siento la calidez de las paredes y su porosidad. Cada vez dando más pasos, perdiéndome para encontrarte, hasta que las horas cubran mis zapatos con su secreta oscuridad, y no pueda verte más en los vértices de la ciudad, pero mis ojos cerrados estarán nombrándote, ya con las estufas apagadas y en el silencio del cuarto.

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