Para S—, por aceptar el choque siempre con una sonrisa.
El amor, una vez que se ha grabado en un corazón, ya nunca se puede borrar: vive para siempre.
Isaac Bashevis Singer
Qué lástima que tus letras hayan desaparecido—se quedaron en silencio, son ahora “entre palabras”, mueven el color de los sueños, o tal vez un viento como ese que arrastra a la arena—Ahora todo está como tus palabras que se fueron—¿a dónde?—estoy ciego de paisaje
—había nubes atropellando a la luna
no tengo mucho sueño, sé que tengo muchas ganas de escribirte—¿puedo escribir sobre ti?—Puedo detenerme un poco para verte, en mi nublado imaginar, en todas las formas posibles, para que tú aparezcas.
—detente un poco, y si puedes sonríe.
Como podría yo tener imaginación para reconstituir la delicadeza de tu fragilidad? El amor se inserta más en mí, debes saber. Y yo, sobrevivo... Te pienso, y tu esplendor me renace en mi pensar y el tiempo que hemos pasado juntos se retrae cuando apareces.
A veces en el día te olvido, quedas un poco de lado, a la espera de que yo vuelva de nuevo a mirarte:
—en realidad nunca te olvido.
es una imagen fluida e intensa, se yergue siempre, y yo pienso que posiblemente es de cuando te vi la primera vez. Aunque no fuera la primera.
Y pienso mucho en tu nombre, y recuerdo que no te gusta mucho, pero ahora renace sonoro cuando lo escribo, cuando lo pienso o me lo digo en voz alta, o se lo cuento a alguien, o cuando camina junto a mí en estas calles desconocidas.
—había nubes atropellando a la luna
no tengo mucho sueño, sé que tengo muchas ganas de escribirte—¿puedo escribir sobre ti?—Puedo detenerme un poco para verte, en mi nublado imaginar, en todas las formas posibles, para que tú aparezcas.
—detente un poco, y si puedes sonríe.
Como podría yo tener imaginación para reconstituir la delicadeza de tu fragilidad? El amor se inserta más en mí, debes saber. Y yo, sobrevivo... Te pienso, y tu esplendor me renace en mi pensar y el tiempo que hemos pasado juntos se retrae cuando apareces.
A veces en el día te olvido, quedas un poco de lado, a la espera de que yo vuelva de nuevo a mirarte:
—en realidad nunca te olvido.
es una imagen fluida e intensa, se yergue siempre, y yo pienso que posiblemente es de cuando te vi la primera vez. Aunque no fuera la primera.
Y pienso mucho en tu nombre, y recuerdo que no te gusta mucho, pero ahora renace sonoro cuando lo escribo, cuando lo pienso o me lo digo en voz alta, o se lo cuento a alguien, o cuando camina junto a mí en estas calles desconocidas.
*Sigo rescatando palabras de mis cuadernos, esta carta me gustó mucho. Editada, para respetar un sentimiento que siempre estará "tatuado en mi corazón", y porque siempre estás palabras serán y fueron escritas para...
1 comentario:
solo por curiosidad... me gustaría saber su nombre
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