martes, 29 de mayo de 2007
Foto
jueves, 24 de mayo de 2007
Detrás del cristal
jueves, 17 de mayo de 2007
Tú
miércoles, 16 de mayo de 2007
Parpadeo
Solo en la tarde, mis ojos se cierran. El humo no deja ver el paisaje de siempre, parece que la quema del tlacolol continuara todas las horas de mayo. En las noches que no vea, soñaré con la tierra preparada, ablandada como unos muslos para recibir las lluvias de junio. Soy vecino de las tradiciones y el pasado indígena también en mí encuentra un hueco. Qué pensará Alonso ahora que regrese, crítico de esas prácticas de los campesinos, ecologista y residente de océanos. Una vez lo sorprendí alimentando gatos callejeros, sólo lo espié, hasta que se confundió con ellos y muy ágil trepo a la azotea donde le oí ronronear. Qué pensaras tú. Si estuvieras me llevarías a recorrer esa muralla amarilla que bordea la ciudad, un algodón de azúcar me darían tus manos. Pero no estás y mis ojos siguen a la deriva, cerrándose. Un chupirul, cien peces irisados volando en medio de la ciudad se necesitan para contrastar esta bruma que opaca las torres de la Asunción. Es tarde, todavía no, tengo que salir, pero me demoro tantito más, qué haces que no te acuerdas de mí. No necesito tantos colores para alegrar los días, sólo las palabras saliendo de mí, escribiéndolas pensando en ti, comiéndomelas hoy, mañana, siempre, por todos los días, meses años en que tengas que venir.
martes, 15 de mayo de 2007
Editada
—había nubes atropellando a la luna
no tengo mucho sueño, sé que tengo muchas ganas de escribirte—¿puedo escribir sobre ti?—Puedo detenerme un poco para verte, en mi nublado imaginar, en todas las formas posibles, para que tú aparezcas.
—detente un poco, y si puedes sonríe.
Como podría yo tener imaginación para reconstituir la delicadeza de tu fragilidad? El amor se inserta más en mí, debes saber. Y yo, sobrevivo... Te pienso, y tu esplendor me renace en mi pensar y el tiempo que hemos pasado juntos se retrae cuando apareces.
A veces en el día te olvido, quedas un poco de lado, a la espera de que yo vuelva de nuevo a mirarte:
—en realidad nunca te olvido.
es una imagen fluida e intensa, se yergue siempre, y yo pienso que posiblemente es de cuando te vi la primera vez. Aunque no fuera la primera.
Y pienso mucho en tu nombre, y recuerdo que no te gusta mucho, pero ahora renace sonoro cuando lo escribo, cuando lo pienso o me lo digo en voz alta, o se lo cuento a alguien, o cuando camina junto a mí en estas calles desconocidas.
lunes, 14 de mayo de 2007
Inconclusa
viernes, 4 de mayo de 2007
Pretextos
tuyo